Me frustra tanto, el no poder encontrar las palabras adecuadas y precisas, para expresarte este mundo de sentimientos que me haces sentir al solo verte a los ojos.

domingo, 22 de noviembre de 2015

Tenia los cojones de quererte.

A veces leo todo lo que un día sin quererme te escribí,
y a pesar de saber que la perdida seria inminente,
tenía los cojones de quererte.
Tenia la poca vergüenza de quererte cada dia,
de no darme cuenta de que contigo, ni la vida era vida.
La última vez que besé tus labios, fue como la milésima de segundo
que precede al balón que colisiona con la ventana.
Y el resto, puedes imaginarlo.
Todo lleno de cristales rotos, todos escritos con tus besos,
que eran anónimos.
Tuvimos un "vamos a dolernos" en la punta de la lengua,
y creeme si te digo que lo hicimos de puta madre.
Pero que vas a saber tú, si antes de quererme ya
te atrevías a perderla en tu cama,
por que nunca has sabido lo que es hacerte daño.
No te has pegado el portazo, ni te has mareado con tanta vuelta.
Nunca te has agarrado a un clavo ardiendo para saber que te acabarías quemando.
No fui capaz de recordar tu nombre cuando te fuiste por que no eras quien yo creía que tocaba.
Pero tus manos, tu pelo, tus sollozos en medio sueño,
el desayuno en la cocina, las siestas en el sofá, el baño de Madrid,
y tu mirada, todos y casa uno de ellos, tienen nombre.
Frivolidad.
Por que un amor no es amor ni es nada
cuando el recuerdo te fusila los ojos desde la ventana
en la que nunca nos dijimos adiós.
Un amor que te haga llorar mas veces de las que te hace reír,
es como un castigo en pleno patio del colegio.
Es como ese amigo que tiene un puñado de chicles
y te miente mientras desenvuelve el papel a tus espaldas.
Tenías el mejor envoltorio,
el peor caramelo
y la espalda mas bonita que he visitado.
Pero tu boca,
lejos de estar llena de vida,
estaba llena de mentiras.
Por eso nos fuimos a pique,
por que con miedo a las alturas,
nadie es capaz de abrir el paracaídas.

jueves, 19 de noviembre de 2015

Yo sí logre quererte.

No voy a decir que no quiero saber mas de ti, sabes que necesito saber con quien andas o donde vas. Pero sí te digo que no tengo en mente seguir detrás de ti toda una vida, no fuiste lo que creí que serias.
Quizás pensé que podíamos aprender a querer sin excepciones, pero veo una vez más, que todos nos equivocamos.
Hoy, quiero desearte lo mejor. Quiero que sepas que no me arrepiento de nada, o tal vez si. Quiero que sepas, que si fue querer, que te quise como quizás no vuelva a querer en un tiempo, pero que como buena historia, tuvo que llegar a su final. Quiero que entiendas que aún te necesito, pero que voy a pasar la hoja, que intentaré pisar el pasado, que prometo perdonar y olvidar, por respeto a quien hoy busca verme feliz y de hecho, me hace feliz.
Siempre te voy a recordar por ayudarme, tal vez sin querer, a vencer mis miedos. Gracias además por enseñarme a confiar en mi misma. La gente miente, todos buscan lo mas fácil, incluso tú. Tú sabes como son las cosas, me conoces y no es tu culpa. Y aunque quizás debería, mentiría al decir que te olvidé. Gracias.
Y aunque hubieron mil decepciones de por medio, yo si logré quererte. 

Tu abrazo gana a mi inquietud y vuelvo a desarmarme.

Te escribo desde la cama donde las horas vuelan, Aún puedo respirar tu olor entre las sábanas, encontrarme en tu mirada y escucharte reír. Jamás habia estado tan nerviosa al verte ¿Que haces aqui? no te esperaba. Tu abrazo gana a mi inquietud y vuelvo a desarmarme, como cada vez que estoy contigo. Me miras y otra vez me regalas la calma que necesito cuando estás lejos. Me tocas y desaparecen los miedos. Me besas y ya me pierdo, y no sé que hacer con tanta emoción. Me desbordo entre tanta nube y me tiro al precipicio por que se que me esperas abajo dibujando una sonrisa, y me recibes con la ternura de siempre, sin filtros, solo tu, en esencia. Quiero hacer un hueco especial en mi memoria de tus horas conmigo. De tus carcajadas, de tu cuerpo junto al mio hasta quedarte dormido, de tu entrega, de tu sabor, de tus caricias, de tu respiración a todos los niveles. Porque solo hay presente y es con lo que me quedo y lo que quiero vivir con la mayor de las intensidades.

Ni me importa el pasado,

ni me adelanto al futuro.