Me frustra tanto, el no poder encontrar las palabras adecuadas y precisas, para expresarte este mundo de sentimientos que me haces sentir al solo verte a los ojos.

miércoles, 8 de junio de 2016

4 meses y 12 días.

Desde que te fuiste, los días se me pasan mas lentos, una hora deja de ser 60 minutos para convertirse en una eternidad. 
Me siento todos los miércoles, viernes y domingos en el sofá, a mirar el reloj, a la misma hora de siempre, a la hora del té, ese té que solíamos tomar juntos, con poco azúcar como a ti te gusta, y las agujas del reloj parece que no avanzan, las horas se me hacen eternas, todo lo contrario a lo que me pasaba estando a tu lado, cuando nos faltaban horas para estar juntos. Y ahora mírame, estoy aquí sentada en el sofá perdiendo el tiempo, tiempo que no va a volver jamás, ese tiempo que siempre nos ha faltado, mirando a un estúpido reloj.
Desde que te fuiste y ya no me despierto contigo al otro lado de la cama, he dejado de abrir las persianas para que entre el sol mientras rechistas y ver lo bonito que estas dormido soñando en qué sé yo, pero espero que en mi... Y que todavía lo sigas haciendo.
Desde que te fuiste, ya no miro escaparates cuando voy andando por la calle en busca de un vestido nuevo para ponerme en todas esas cenas especiales, o en el regalo perfecto para sorprenderte un día normal, nada especial, por que si, por que te quería y todavía lo sigo haciendo, solo camino con la cabeza agachada pensando que estarás haciendo en ese momento, si estarás comiendo un helado de nuestro sabor favorito, si estarás haciéndole bromas a otra chicas hasta que se enfada y la recompensas a besos para que te perdone, como hacia yo, o si estarás caminando por la calle con la cabeza agachada escuchando nuestra canción mientras tu también piensas en mi.
Desde que te fuiste he dejado de cocinar todas y cada una de tus comidas favoritas. Hace ya 4 meses y 12 días (el tiempo exacto desde que ya no estamos juntos) desde que no como tortitas para desayunar, ni ceno pizza en una de nuestras noches de películas, tan nuestras... Esas noches que acabábamos debajo de las sabanas gimiendo al unisono, con la espalda marcada de pasión desenfrenada...
Desde que te fuiste, no te voy a mentir, he salido alguna vez a bailar pero no, no era lo mismo bailar contigo que bailar sola, no era lo mismo ver como chicos mediocres me miraban en medio de la discoteca, nada que comparar a como me mirabas tú, esa mirada que se que no voy a encontrar en ningún otro sitio que no sea en tus ojos.
Desde que te fuiste he dejado de hacer tantas cosas, que solo soy un río que sigue su cauce sin saber a donde va ni el por qué sigue nadando entre la corriente hasta desembocar al mar, mar que me recuerda al color de tus ojos, mi lugar preferido para perderme.
Ojala vuelvas, por que desde que te fuiste me sobra media almohada, media cama, todos los sobres de té que compré para ti, el reloj del salón, mis zapatos de baile y me sobra todo el tiempo que ya no pasamos juntos.
Me sobra el sol de las mañanas, las estrellas que solíamos mirar por la noche, los días de manta y sofá, el olor a lluvia que tanto adorabas, me sobran las películas de amor, de risa y de miedo, ya no tengo quien me abrace cada vez que me asusto.
Desde que te fuiste me duele aquí, ahí,
 y ahí justo en la parte izquierda del pecho
 y desde que te fuiste me sobra todo 
y solo me falta un cosa.

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